Nuevas Funciones y Competencias del profesor-tutor virtual
Cuando hablamos de competencia del tutor, hacemos referencia a la combinación de estrategias, métodos, actividades, recursos y herramientas tecnológicas que actúan entre el tutor y los estudiantes, con el objetivo de garantizar promotores de conocimientos, habilidades, y destrezas a las que exige los nuevos retos de la educación de hoy. Estas deben ir en base a las funciones básicas del tutor o profesor. Según Cabero (2004), sostiene que son técnicas, social, académica, orientadora, organizativa y académica, las cuales se basan en diferentes aspectos y planteamientos que van a depender del nivel educativo en el cual nos dirigimos.
Un tutor virtual debe promover un clima de interacción (asíncrono, síncrono), diseñar en base a los objetivos y a quien va dirigido, ser creador de contenidos, diseñador de contexto, consultor de información, evaluador, orientador y seleccionador de TIC, tener dominio de la plataforma y expresar lo que persigue en cada unidad y hasta dónde se pretende llegar al final del curso, elaborar un cronograma de actividades, para así lograr un ritmo de trabajo y seguimiento, por lo tanto, el estudiante, debe ser autónomo de su tiempo, y del grado de responsabilidad ante lo que desea lograr.
El primer paso que debe dar el tutor virtual es el de crear un ambiente de confianza, empatía, asegurarse de que el estudiante domine las herramientas comunicativas, habilitar el acceso para familiarizarse con la plataforma con la que se vaya a trabajar, y entra en juego el rol del tutor, pues tiene que ser muy preciso y claro de lo que persigue. En segundo el estudiante debe configurar su perfil o área de trabajo, crear una carpeta de evidencias dentro del marco de trabajo, que sería su gaveta personal donde guarda todas sus tareas, reportes, asignaciones, y por ende facilita al profesor la organización en cuanto a corrección o evaluaciones. En tercer plano está el manejo de contenido y uso de herramientas, asesoramiento técnico (uso de software y hardware).
Una de las competencias que debe reunir un tutor virtual, es la de mantenerse en contacto permanente con el estudiante, contestar sus interrogantes, dudas, y responder a la misma en base a estrategias didácticas, detectar aquellas personas que requieren apoyo, retroalimentarla, guiarlas y motivarla, darle las orientaciones para tomar el camino donde quedaron. Tanto los foros como chat (tutoriales, temas, grupales) colaboran mucho en este aspecto. El tutor debe ser puntual y responsable con cada asignación, así como dar respuestas en el tiempo justo programado. Otra es, calificar las asignaciones, controles, u otras actividades en el tiempo previsto. Todo esto es fundamental para garantizar la calidad y eficacia del proceso formativo realizado a través de las TIC.
En conclusión, Torres (2004) plantea que en la actualidad se ha detectado en los docentes que se desempeñan como tutores en línea, debilidades en cuanto a competencias que puedan medir aspectos comunicativos, pedagógicos, psicológicos y técnicos para poder tener la habilidad de establecer los objetivos de aprendizaje que los estudiantes deben lograr, así como la metodología para alcanzarlos, establecer actividades, debates y prácticas que contribuyan a consolidar los contenidos de la asignatura, redactar de manera adecuada, los mensajes dirigidos a los estudiantes, estimular la participación y el seguimiento de la evaluación continua, la participación activa de los estudiantes en las diferentes actividades del curso: debates, prácticas y pruebas de evaluación continua. No obstante, diferir a lo planteado por Torres, encamina al estudiante a una eminente deserción o frustración del curso.
Un tutor virtual debe promover un clima de interacción (asíncrono, síncrono), diseñar en base a los objetivos y a quien va dirigido, ser creador de contenidos, diseñador de contexto, consultor de información, evaluador, orientador y seleccionador de TIC, tener dominio de la plataforma y expresar lo que persigue en cada unidad y hasta dónde se pretende llegar al final del curso, elaborar un cronograma de actividades, para así lograr un ritmo de trabajo y seguimiento, por lo tanto, el estudiante, debe ser autónomo de su tiempo, y del grado de responsabilidad ante lo que desea lograr.
El primer paso que debe dar el tutor virtual es el de crear un ambiente de confianza, empatía, asegurarse de que el estudiante domine las herramientas comunicativas, habilitar el acceso para familiarizarse con la plataforma con la que se vaya a trabajar, y entra en juego el rol del tutor, pues tiene que ser muy preciso y claro de lo que persigue. En segundo el estudiante debe configurar su perfil o área de trabajo, crear una carpeta de evidencias dentro del marco de trabajo, que sería su gaveta personal donde guarda todas sus tareas, reportes, asignaciones, y por ende facilita al profesor la organización en cuanto a corrección o evaluaciones. En tercer plano está el manejo de contenido y uso de herramientas, asesoramiento técnico (uso de software y hardware).
Una de las competencias que debe reunir un tutor virtual, es la de mantenerse en contacto permanente con el estudiante, contestar sus interrogantes, dudas, y responder a la misma en base a estrategias didácticas, detectar aquellas personas que requieren apoyo, retroalimentarla, guiarlas y motivarla, darle las orientaciones para tomar el camino donde quedaron. Tanto los foros como chat (tutoriales, temas, grupales) colaboran mucho en este aspecto. El tutor debe ser puntual y responsable con cada asignación, así como dar respuestas en el tiempo justo programado. Otra es, calificar las asignaciones, controles, u otras actividades en el tiempo previsto. Todo esto es fundamental para garantizar la calidad y eficacia del proceso formativo realizado a través de las TIC.
Competencias de un Tutor Virtual.
Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo.
(Benjamín Franklin.)
(Benjamín Franklin.)
Comentarios
Publicar un comentario